¿Olvidará Colombia medio siglo de guerra?
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Actualidad Por RTVE

¿Olvidará Colombia medio siglo de guerra?

El lunes 29 de agosto, a las 00.00 horas, se hacía oficial y efectivo el alto el fuego entre las FARC, la guerrilla más poderosa de Colombia y el gobierno del país. Una dura cronología de negociaciones entierra 52 años de conflicto armado, ocho millones de víctimas y 220.000 muertos. El éxito del acuerdo pasa por la compensación a las víctimas y la conversión política y civil de los guerrilleros. De la selva al Parlamento, del fusil al arado.
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8.000.000 de víctimas

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¿Habrá reparación a las víctimas?

El mismo día que entraba en vigor el alto el fuego, Ingrid Betancourt, política colombiana secuestrada por las FARC en 2002 y liberada en 2008 por el ejército, confesaba a la BBC que no podría olvidar las vejaciones físicas y psicológicas sufridas.
En su discurso frente a la Asamblea General de la ONU, el presidente colombiano Juan Manuel Santos selló la importancia de la reparación a las víctimas: toda la negociación gira en torno a esta cuanta pendiente.
Desplazados, secuestrados, asesinados, torturados, desaparecidos... El Gobierno colombiano contabiliza casi un millón de muertos en los enfrentamientos con la guerrilla, una tercera parte relacionados con las FARC. El acuerdo de paz sellado en La Habana, colofón del firmado en 2012 en la misma ciudad, contempla la regularización legal de las reparaciones, elemento esencial para cerrar una herida demasiado dolorosa y profunda, que afecta a generaciones.

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¿En qué puntos básicos se apoya el acuerdo?

Las medidas inmediatas pasan por el desarme y la reintegración de miles de guerrilleros a la vida civil
El cese al fuego bilateral y definitivo

El 29 de agosto, el líder de las FARC, 'Timochenko', ordena a la guerrilla el alto el fuego desde La Habana. Dos días antes, hizo lo propio el presidente colombiano Juan Manuel Santos. El éxito del alto el fuego está supeditado al de la integración civil de los guerrilleros, al de la conversión política de la estructura paramilitar y al de la gestión del rencor tras medio siglo de guerra y millones de víctimas.

La dejación de las armas

La guerrilla dejará las armas en tres fases: el 30% en un plazo de 90 días a partir del acuerdo final, otro 30% a 120 días de la firma de la paz, y el 40% restante a 180 días.

El proceso estará monitoreado y verificado por la ONU, organismo que recibirá la totalidad del armamento de las FARC para destinarlo a la construcción de tres monumentos acordados entre el Gobierno colombiano y la guerrilla.

Implementación de garantías de seguridad

Para el cumplimiento de la dejación de armas, el cese al fuego y con vistas al tránsito de las FARC a la vida civil se crearán 22 "zonas transitorias de normalización" y ocho campamentos para la concentración de los guerrilleros, unas zonas que serán territoriales, temporales y transitorias.

El documento establece que la salida de los combatientes de las FARC de sus actuales campamentos se realizará "sin armas y de civil".

Una paz viable, realista y justa

La justicia con "todas las víctimas" y sin impunidad, será irrenunciable, según Santos, que anuncia un "sistema transacional" para este fin. Por su parte, el líder guerrillero "Timochenko" reclama combatir la corrupción "evitando a gobernantes elegidos en sufragios dudosos".

Serán fundamentales la conversión de la guerrilla en formaciones políticas y una reforma agraria que aporte estabilidad económica al campesinado y erradique los "narcocultivos" de coca.

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¿El alto el fuego en Colombia incluye a otros grupos guerrilleros como el ELN?

El acuerdo de paz se ha firmado solo con las FARC, la principal guerrilla colombiana, pero hay más grupos guerrilleros con los que habrá que negociar por separado. Uno de ellos es el Ejército de Liberación Nacional, el ELN, segundo en importancia del país y tan antiguo como las FARC. En marzo de 2016el negociador por el Ejecutivo colombiano, Frank Pearl, anunció que el Gobierno y la guerrilla del ELN abrirían una "mesa de conversaciones pública" en Ecuador, con el fin de llegar "a un acuerdo final para terminar el conflicto armado". En esta imagen de 2013, un grupo de guerrilleros desmovilizados del ELN camina tras desembarcar en Cali (Colombia) para entregar sus armas. Entre ellos hay ocho mujeres, tres de ellas embarazadas. FOTO: EFE/Christian Escobar Mora.

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¿Qué países han intervenido en la negociación?

Tras la apertura del diálogo en Oslo en 2012, el Gobierno colombiano y las FARC acordaron que La Habana, en Cuba, sería el marco de la negociación. Venezuela y Chile han sido países acompañantes. Noruega y Cuba han actuado como garantes.
Noruega
Garante junto a Cuba. Su capital, Oslo, fue un escenario del arranque de las conversaciones. Con una amplia tradición en la mediación de conflictos (Oslo ya fue lugar de pacto entre israelíes y palestinos en 1993), Noruega acredita un sólido prestigio como garante y catalizador del proceso. El país ha tenido un papel de peso desde 2012 bajo la dirección de su negociador Dag Nylander.
Chile
Por su historia reciente, Chile acumula, tristemente, una amplia experiencia comisiones de Verdad y reconciliación. Participa en operaciones de paz desde 1935. Al inicio de las conversaciones en 2012, Santos pidió colaboración al presidente chileno en ese momento, Sebastián Piñera.
Cuba
Garante junto a Noruega, además de prestarse a ser sede de la Mesa de conversaciones, Cuba cuenta con el hecho de ser referente histórico para los movimientos de izquierda en América Latina desde su revolución en 1959 hasta hoy. Su influencia en el proceso negociador y en las voluntades ha sido un ingrediente importante. 
Venezuela
"Realmente necesitamos a Chávez" para esta negociación, manifestó Santos repetidas veces. Las buenas relaciones del fallecido presidente venezolano con las FARC agilizaron los contactos, sobre todo aquellos mantenidos a niveles profundos. Chávez insistió en la naturaleza política de la guerrilla frente a la etiqueta de "terroristas". Tras su muerte, su sucesor, Nicolás Maduro, mantuvo esa línea.

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¿Y ahora qué?

"La paz se va a firmar el próximo 26 de septiembre aquí en Cartagena", afirmó Santos el 3 de septiembre. Queda por delante la difícil conversión de casi diez mil guerrilleros en civiles, y de la estructura paramilitar en organización política. También queda la reparación a millones de víctimas, cuyo destrozo y ruina no debería quedar impune. El 15 de junio, el Congreso colombiano aprobó una reforma constitucional que incorporará a la Carta Magna los acuerdos del proceso paz. Así quedan blindados esos pactos. El 2 de octubre, los colombianos votarán para refrendar el paquete legal, que incluye un sistema de apoyo económico a poblaciones y zonas depauperadas por el conflicto. Áreas urbanas y muchas rurales que deberán abordar una reforma agrícola que deje atrás el lucrativo pero ilícito cultivo de estupefacientes.