¿Por qué son clave los militares en Venezuela?
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Actualidad Por Sylvia Fernández de Bobadilla

¿Por qué son clave los militares en Venezuela?

El poder acumulado por las Fuerzas Armadas en dos décadas de chavismo las convierte en una incógnita decisiva para resolver la compleja ecuación venezolana
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¿Prietas las filas?


El 30 de abril, Juan Guaidó, presidente encargado por la Asamblea Nacional de Venezuela reconocido por España, liberaba al dirigente opositor Leopoldo López de su arresto domiciliario con la ayuda de una treintena de militares. 

La que pretendía ser la fase final de la llamada Operación Libertad comenzó con un nuevo llamamiento a los militares para que cambien de bando y desalojen a Nicolás Maduro del Palacio Presidencial de Miraflores. 

A pesar de que López y Guaidó aseguraban contar con la complicidad de parte del entorno de Maduro, ningún cuartel se sublevó. El fallido plan derivó en violentos choques en las calles, con cinco muertos, decenas de heridos y más de trescientos detenidos.

Lo que sí ha confirmado la llamada de Guaidó a la sublevación es que las filas del ejército bolivariano no están tan prietas como asegura la cúpula militar.

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Un ejército a imagen y semejanza de Chávez

El político y militar Hugo Chávez acometió una profunda transformación de las Fuerzas Armadas cuando ganó en las urnas en 1999. Mandó a la reserva a cientos de mandos y encumbró a los camaradas que le habían apoyado en la intentona golpista de 1992. Sacó a los militares venezolanos de los cuarteles y los promocionó como ministros, diputados, gobernadores y alcaldes. Convirtió a la Fuerza Armada Bolivariana en garante de su 'revolución cívico-militar'. Con el petróleo en máximos históricos, triplicó el gasto en armamento: de 676 millones de dólares cuando llegó al poder a 1.834 millones en 2006, según SIPRI, el Instituto Internacional de Investigación para la Paz.

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¿Cuáles son los brazos armados del chavismo?

El Ejército, la Armada, la Aviación Militar y la Guardia Nacional componen las Fuerza Armada Bolivariana, a la que hay que sumar a los reservistas de la Milicia Bolivariana. El Ministerio del Poder Popular de la Defensa cifra en 235.000 el máximo de efectivos militares activos.
FUERZAS
 ARMADAS 
Los tres componentes tradicionales de la Fuerza Nacional Bolivariana, como la rebautizó Hugo Chávez.

Suman 100.000 efectivos entre el Ejército, la Armada y la Aviación Militar.

Rusia y China son sus principales suministradores, tras el embargo de armas de EE.UU. en 2006.

GUARDIA 
NACIONAL
Policía militar con funciones de seguridad pública.

Cuenta con 23.000 efectivos, según datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

Intervino en la represión de las protestas antichavistas de 2014 y 2017, en las que murieron casi cien manifestantes.

MILICIA 
BOLIVARIANA
Cuerpo especial de reservistas formado por exmilitares y civiles voluntarios, incluidos numerosos trabajadores del sector público.

La Milicia Bolivariana es una fuerza paramilitar regular, al contrario que los 'colectivos', los controvertidos grupos de apoyo ciudadano del chavismo. 

SEBIN  
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional: los servicios secretos de Venezuela.

Aunque no es un organismo estrictamente militar, su director tiene rango de general.

La oposición acusa al SEBIN de utilizar la tortura en su sede de El Helicoide, un antiguo centro comercial.

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¿Por qué siguen leales
 a Maduro?

 Nicolás Maduro, que no procedía del Ejército como Chávez, engordó la ya nutrida lista de generales y almirantes con cientos de ascensos y amplió su cuota de poder político y económico. 

Un tercio de los miembros del Gobierno son militares. También los directores de 60 empresas públicas. Manuel Quevedo, general de la Guardia Nacional, preside la joya de la corona: Petróleos de Venezuela (PDVSA), que aporta el 96%o de los ingresos del país.  

El ejército controla también los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, los CLAP, encargados de distribuir alimentos de primera necesidad en medio de una debacle socioeconómica con escasez de medicinas y cientos de productos básicos.

El excesivo poder militar se ha traducido en mayor corrupción, según Transparencia Internacional. En su índice por países, Venezuela ocupa el puesto 168 de 180. 

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Quién es quién en la cúpula militar

La cúpula militar la forman altos mandos de pedigrí chavista, como el general Jesús Suárez, camarada de primera hora de Hugo Chávez,  y otros promovidos por su sucesor, como el almirante Remigio Ceballos,  considerado uno de los puntales del Gobierno de Maduro junto al ministro del Interior, el general Luis Reverol.  Para saber más, pincha en esta foto interactiva:

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¿Un 'topo de la CIA'?

Así ha calificado Maduro al único miembro de la cúpula militar que se sumó abiertamente a la fallida rebelión del 30 de abril: el general Manuel Figuera, director del SEBIN. Sus hombres custodiaban a Leopoldo López cuando se fugó el 30 de abril. Fulminantemente degradado y huido desde entonces, Figuera reaparecía una semana después en las redes sociales con este vídeo, en el que afirma que se ha sacrificado por la “lucha frontal contra la corrupción”.  Estados Unidos ha eliminado su nombre de la lista de altos cargos venezolanos sancionados.
Para todos los públicos Venezuela admite la muerte del expolicía Óscar Pérez en la operación para detenerle

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¿Está 'el diablo' en los cuarteles?

Otras deserciones antes de Figuera ya desvelaron fisuras en la Fuerza Armada Bolivariana. "El diablo ronda los cuarteles", ha llegado a decir el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

El 15 de enero, el ejército aniquiló al grupo de sublevados que lideraba el expolicía Óscar Pérez, que meses antes había atacado con granadas la sede del Tribunal Supremo. Una semana después, una treintena de miembros de la Guardia Nacional protagonizaba otro conato de sublevación en Caracas, rápidamente sofocado. En febrero, 350 suboficiales y soldados enviados por el Gobierno a la frontera con Colombia para bloquear la ayuda enviada por Estados Unidos pidieron asilo en el país vecino.

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¿Cómo se reprime la disidencia?

Control Ciudadano, una ONG especializada en temas de seguridad, cifra en casi 300 los militares encarcelados, incluidos dos generales acusados de un presunto atentado contra Maduro en agosto de 2018, cuando al parecer dos drones cargados de explosivos estallaron cerca de la tarima donde presidía un acto militar.  Human Rights Watch ha denunciado torturas a militares acusados de conspirar contra el Gobierno y a sus familiares. En un informe conjunto con otra ONG venezolana, Foro Penal, documenta 32 casos de palizas, cortes con cuchillas, electrochoques, privación de alimentos y asfixia, entre otras torturas.

No recomendado para menores de 7 años

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¿Qué opinan los analistas?

Roberto Montoya, periodista experto en América Latina, y  Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano, analizan en este vídeo de Informe Semanal la situación de las FF.AA. venezolanas. 
"Los militares son un elemento clave en la defensa del régimen", asegura Carlos Malamud, "pero saben que si quieren mantener algo del poder que actualmente están usufructuando deben permitir algún tipo de cambio". 
Roberto Montoya cree que puede haber fractura: "Si ven que el Gobierno no se va a mantener de ninguna manera, puede que muchos terminen escuchando los cantos de sirena de Estados Unidos y la oposición".

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¿Funcionará la oferta de amnistía?

La mayor parte de los desertores y militares encarcelados son soldados y mandos medios. La privilegiada situación de la cúpula militar no es la de sus tropas, golpeadas, como sus familias, por la catastrófica crisis económica y una hiperinflación que según el FMI será este año del 10.000.000 %. Se calcula que el salario mensual de un sargento equivale hoy a 3 euros.

Una de las primeras iniciativas de Juan Guaidó como presidente encargado fue poner a prueba la lealtad de los militares con una oferta de amnistía general. Aunque la única incógnita no es si el ejército seguirá junto a Nicolás Maduro o acabará reconociendo a Guaidó. Los analistas no descartan que el poderoso estamento militar opte por un plan propio para tutelar una transición a la venezolana.