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Tropiezos y rectificaciones
Los 100 primeros días del Gobierno de Pedro Sánchez comenzaron con el tropiezo de la dimisión de Màxim Huerta como ministro de Cultura tras conocerse que había defraudado a Hacienda al declarar sus ingresos como presentador de televisión -aunque la deuda ya había sido saldada- y terminan con la dimisión de la directora general de Trabajo, Concepción Pascual, por el "gol por la escuadra" que supuso para el Ministerio el registro de un "sindicato" de prostitutas. Aunque lo justificó por motivos de seguridad, Sánchez también fue muy criticado por desplazarse hasta Castellón en avión oficial para asistir a un concierto a pesar de que previamente se reuniera con el presidente de la Comunidad Valenciana. Además de estos tropiezos, Pedro Sánchez ha incumplido algunas de las promesas que hizo cuando estaba en la oposición y ha rectificado algunas de sus intenciones iniciales, lo que le ha valido que la oposición hable de "bandazos". El cambio de postura más paradigmático ha sido la negativa del Gobierno a publicar la lista de defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal del PP alegando que no sería legal a pesar de que Sánchez prometió que lo haría si llegaba a la Moncloa.
En materia económica, Pedro Sánchez ha renunciado también a derogar por completo la reforma laboral al no tener mayoría parlamentaria para hacerlo. Además ha dado marcha atrás a crear un impuesto finalista a la banca, lo que le ha valido las críticas de Podemos, con el que negocia la aprobación de los presupuestos. En materia de migración el Gobierno también ha ido modulando su política desde los primeros días cuando acogió al Aquarius y anunció el fin de las concertinas hasta los últimos días en los que expulsó a Marruecos más de un centenar de migrantes que habían saltado la valla de Ceuta aplicando un convenio de 1992 entre ambos países que estaba en desuso. Desde Interior, el ministro Grande-Marlaska ha señalado que no permitirán una "inmigración ilegal y violenta" después de que en los últimos saltos se haya lanzado a los agentes de la Guardia Civil cal viva. Entre los "desajustes" en el discurso está también el cambio de postura sobre el Valle de los Caídos, que ya no albergará el Museo de la Memoria sino un cementerio civil; el impuesto al diésel o la defensa del juez Pablo Llarena. El ministro y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, destacaba hace días que "lo importante no es si se rectifica, lo importante es si se acierta".