Como adelantábamos en la portada, la FIA ha aprobado una serie de normas para fomentar el espectáculo, que es uno de los grandes hándicaps de la F1 en las últimas temporadas -amén de uno de los motivos de la marcha de Alonso- y buscan no perder seguidores.
Con el objetivo de facilitar los adelantamientos, los equipos acordaron una serie de cambios aerodinámicos que afectan al perfil de los alerones delantero y trasero. Son más anchos, altos y simples. Los extremos de las aletas delanteras fueron remodelados para alterar el flujo de aire a través del coche y reducir los efectos de la turbulencia aerodinámica. Además se han prohibido las aletas por encima del plano principal del alerón delantero.
La FIA, además, ha aprobado que se otorgue un punto extra al autor de la vuelta rápida en carrera, siempre que el piloto también esté clasificado entre los 10 primeros. También se concederá un punto al constructor del piloto que haya realizado la vuelta rápida. Esto ya se hizo en los diez primeros años del Mundial, entre 1950 y 1959. La regla fue determinante en la resolución del campeonato de 1958, cuando Mike Hawthorn ganó el título a Stirling Moss por un solo punto al haber logrado dos vueltas rápidas más que su rival durante el certamen (Efe).