El bloque de Jordi Ribera ha vuelto a triunfar en un torneo internacional.
Físico
La política de rotaciones de Jordi Ribera volvió a resultar determinante en el devenir de los Hispanos en el Mundial. España, que prima el colectivo por encima de las individualidades, llegó fresca a la parte final del torneo y lista para no acusar la fatiga en los momentos decisivos.
Mentalidad
España llegó a Egipto con el objetivo de ganar el oro, pero ni la dura derrota en semifinales contra Dinamarca restó ni un ápice de ánimo en los Hispanos, que en dos días saltaron como lobos a por la medalla de bronce como si nada hubiera pasado. Todos muy enchufados a por el objetivo.
Experiencia + Juventud
El bronce de este Mundial supone un punto de inflexión vital para el relevo generacional que llegará después de los Juegos de Tokio. Mientras Entrerríos, Cañellas o Sarmiento aportaban su experiencia, jóvenes como Dani Dujshebaev o Rubén Marchán mostraban un crecimiento espectacular.
Equipo
Sin una estrella por encima de los demás, cada línea española ha puesto su ladrillo para construir el tremendo bloque hispano, desde una portería infranqueable, con Pérez de Vargas y Corrales, hasta los extremos, donde Ferrán Solé repitió en el equipo ideal del Mundial.