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¿Por qué hay que ser impredecible?
La física cuántica aplica al mundo atómico, a las partículas muy pequeñas como electrones, fotones y átomos o los superconductores. La ciencia ha observado que estas diminutas partículas se comportan de forma extraña, algo totalmente anti intuitivo, según nuestra concepción de como vemos el mundo.
Por ejemplo, dos partículas cuánticas pueden permanecer ligadas o “entrelazadas” aunque las separemos y no exista conexión física entre ellas, comportándose y conspirando contra nosotros, cambiando como si supieran que los estamos mirando. Sorprendente, ¿no?
Pero … ¿será posible que los átomos puedan hablar entre ellos para decirse que los estamos mirando?
El experimento más famoso que trata de responder a esta pregunta es el test de Bell, que busca sorprender a las partículas cuánticas mientras "hablan" entre sí para ponerse de acuerdo sobre qué contestar a nuestras "preguntas".
La idea es que muchas personas con su comportamiento impredecible ayuden a "despistar" un poco a esas partículas con este experimento y poder comprobar si éstas conspiran contra nosotros y cambian su respuesta cuando las miramos.
Se trata del primer test de Bell que funciona con azar generado por personas impredecibles e independientes de todo el mundo.
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¿Qué van a hacer con mis bits?
Los ceros y unos generados a través del videojuego el 30 de noviembre en el BIG Bell Test van a permitir a los científicos elegir de forma aleatoria cómo mirar y estudiar, simultáneamente y por separado, pares de partículas gemelas en diferentes laboratorios.
Cuando analicen los resultados, si estos se parecen mucho resultará que han acordado qué cara mostrarnos pese a estar separadas y han llegado a ese acuerdo de forma instantánea. Así verán si realmente se han podido violar los test de Bell y confirmar así que Einstein estaba equivocado. Gracias a la contribución de los voluntarios, los científicos podrán responder a preguntas que se llevan debatiendo desde 1927: ¿Cambian los átomos cuando los miramos? ¿pueden hablar entre ellos para decirse que los estamos mirando?
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¿Cómo entreno mi aleatoriedad?
Mucha gente ha contribuido con sus bits aleatorios, que se handistribuido en tiempo real entre grupos experimentales de todo el mundo a través del juego.
El equipo de Kaitos Games se ha encargado de diseñar una web, un cómic interactivo y dos juegos para que los usuarios puedan generar la secuencia de unos y ceros necesarios.
El juego presenta seis niveles que van aumentando de dificultad: I (User), II (Trainee), III (Internet), IV (Expert), V (Lab ) y VI (Master). Un tipo de juego te reta en velocidad y el otro, la ‘Pitonisa’, aprende de ti y te reta a ver lo impredecible que puedes llegar a ser. Un dato curioso: ¿Sabías que a los músicos les cuesta más ser impredecibles y vencer a la Pitonisa porque tienden a buscar patrones?