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¿Cómo navegar sin riesgos?
Evita las redes públicas:
Las redes wifi, especialmente aquellas con acceso libre - las llamadas "redes públicas" - son más vulnerables a los ataques cibernéticos ya que son mucho más accesibles que las privadas (con contraseña). Esto significa que, si planeas realizar un pago, una reserva o cualquier otra acción que requiera conexión a Internet y el uso de datos bancarios, es preferible que no utilices una red pública.
Pon al día tu antivirus en todos tus dispositivos:
¿Lo desinstalaste porque te ocupaba espacio entre tus apps? Vuelve a la carga y mantenlo actualizado, pues es tu barrera contra cualquier malware que quiera extraer datos relevantes de tus dispositivos. Pero atención, descárgalo solamente a través de sitios web oficiales pues los ciberdelincuentes podrían aprovechar dichas descargas para entrar en tu móvil, tablet u ordenador, navegar por él sin que te des cuenta y extraer tus datos.
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¿Es posible navegar seguro?
La respuesta corta es: No. Pero no desesperes, porque la respuesta larga puede ayudarte en el 99% de los casos. Vivimos inmersos en un constante bombardeo online y personal de productos que prometen cambiarnos la vida. Ello nos acaba produciendo un ansia viva consumista que nos puede llevar a comprar online sin verificar antes la web a la que vamos a proporcionar nuestros datos bancarios. Por ello, antes incluso de añadir tus compras al carrito:
Verifica la web
La web que hemos escrito en el buscador debe corresponder con la URL. La tienda online debe tener un certificado de seguridad que puedes ver fácilmente porque la URL empieza por https y por el candado que se encuentra justo a la izquierda de éste. También te debe informar claramente sobre la política de devolución y cambio. Y por último, el aviso legal debe incluirse claramente al pie de la web.
Ojo con las ofertas
Las ofertas deben ser coherentes objeto-calidad-precio. Los superchollos acaban saliendo caros. Nadie regala nada. Si recibes alguna oferta sospechosa por email, ve directamente a la web oficial para comprobar su veracidad en lugar de hacer clic en el link que te han enviado.
Método de pago claro
La tienda online debe ofrecer varias opciones de pago para que seas tú quien elija la que más te convenga. Desconfía de aquellas que finalmente te restringen a una sola forma de abonar el precio de tu compra. Además, siempre debe incluir la política de privacidad y los términos y condiciones.
Opiniones de usuario
Las opiniones deben referirse a las características del objeto en cuestión y ser realizadas por diferentes usuarios. Un número significativo de opiniones favorables nos puede garantizar una mayor seguridad a la hora de adquirir el producto.
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¿Y si quiero ser un 'profesional' de las compras online?
Si ya haces todo lo que te comentábamos pero aún así no te fías, aquí tienes algún consejo más:
Verifica al vendedor
Cuando nos asalta una duda existencial, muy frecuentemente acudimos a nuestro buscador preferido para que nos la resuelva. ¿Por qué no hacer lo mismo cuando el vendedor de algún producto nos rechina? Guíate por tu intuición y verifica antes de hacer clic. Algunos portales como Confianza Online o Fakeinet te permiten verificar la autenticidad del vendedor.
Sospecha
Desconfía si el vendedor está en el extranjero y te pide alguna condición especial por el hecho de no estar en tu país, como por ejemplo, que pagues por Wester Union o Money Gram - ¡no lo hagas! - o que te redirija a otra página - ¡ciérrala, puede ser falsa!
Sistemas de pago
Tarjetas de débito, crédito o Pay-Pal. Éstas son las opciones de pago online más recomendables y utilizadas por los usuarios. Hazte con una tarjeta tipo monedero dedicada solo a compras por Internet o elige la opción de eliminar, activar o desactivar la que utilizas, según las opciones que te ofrezca tu banco. Y por último, valora si realmente quieres que la web en la que están realizando la compra guarde los datos de tu tarjeta.
¿En efectivo?
No gracias. Pueden parecer más seguros pero… no dejan rastro. Por tanto, el anonimato puede jugar en tu contra y dejarte desprotegido ante una posible estafa. Además, ¿no crees que en 2020 sonaría sospechosa una compra online pagando mendiante el envío de un sobre físico con dinero?
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¿A quién puedo reclamar?
Primero debes cerciorarte de que no se trata de un error del vendedor sino de una estafa. Desde ese momento tienes varios recursos para denunciar la situación.
Reclama directamente al vendedor
Buscar el formulario de reclamación, abrir una disputa o llamar al teléfono de atención al cliente son algunas de las estrategias que todo negocio, tanto físico como online, debe tener a disposición del consumidor.
Contacta al Centro Europeo del Consumidor de tu país
Esta red de centros CEC informa, asesora, asiste y apoya de forma gratuita a los consumidores europeos que hayan realizado compras en cualquier país de la UE, Noruega o Islandia. Contáctales y cuéntales todos los detalles, por teléfono o por email.
Consulta a la Agencia Española de Protección de Datos
Consulta a la AEPD en el caso de que hayas detectado un uso indebido de tus datos. ¿Cómo pueden utilizar tus datos? Te damos las claves en el capítulo de Back Up sobre cómo consiguen y gestionan tus datos las webs, redes sociales y apps que navegas.
Dirígete a los cuerpos Policiales
Si consideras que has sido víctima de una conducta tipificada como delito, no dudes en acudir o llamar lo antes posible a la policía, aportando la información detallada y las pruebas de lo ocurrido.
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Vale, he caído en la trampa
¿Qué hago?
Lo sabemos, entras en pánico en el momento que descubres el error o la estafa. Respira, consulta tus movimientos bancarios para confirmar y ponte de inmediato a redactar de forma clara, concisa y breve: (1) los pasos que has seguido hasta realizar la compra, (2) el momento en el que has detectado la irregularidad, (3) la razón exacta de tu queja (producto defectuoso o no recibido, sobrecargo, etc) y (4) qué quieres conseguir con ella (nuevo producto, devolución del mismo, reembolso, compensación, etc). En tu resumen, incluye todas las pruebas de compra que tengas (emails de confirmación, fotos, facturas, conversaciones con el vendedor, etc), que apoyen de forma clara tus argumentos de forma objetiva. Son clave para que puedas reclamar.