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¿Quiénes son Beren y Lúthien?
Durante la Primera Edad de la Tierra Media, vivía una bella elfa llamada Lúthien, hija del rey Thingol. Un día, mientras cantaba y bailaba, conoció a Beren, un hombre que vagaba solo por el bosque. Pronto se enamoraron e iniciaron una relación secreta. Aunque ambos guardaron silencio, los encuentros furtivos llegaron a oídos de Thingol. Éste, enfadado, quiso deshacerse de Beren, puesto que lo consideraba indigno para su hija. Es por ello que le puso una dura prueba para conseguir su aprobación, con la esperanza de que muriese durante la misión: robarle al malvado Morgoth uno de los Silmarils, las joyas sagradas de los elfos. Beren aceptó y marchó dirección a la fortaleza de su enemigo junto a diez guerreros. Sin embargo, fueron atrapados y masacrados por licántropos. Lúthien, nada más enterarse, corrió a salvar a su amado. Lo liberó con su poder y juntos reanudaron el camino. Una vez en la fortaleza, intentaron cumplir la misión con nefastos resultados. Beren fue gravemente herido y tuvieron que regresar con las manos vacías. A pesar de eso, impresionado por la voluntad de ambos y el amor mutuo que se profesaban, el rey Thingol dio su consentimiento.
Para J. R. R. Tolkien, Edith Mary Bratt fue el amor de su vida. Se conocieron en 1908 en el orfanato. Aunque ella era anglicana y tres años mayor que él, tanto Tolkien como Bratt encajaron a la perfección. El amor surgió y comenzaron una relación. Cuando el padre Francis Xavier Morgan se enteró de esto, temiendo que abandonara sus estudios, desaprobó inmediatamente el noviazgo. Le hizo prometer al escritor que cortaría el contacto con Edith hasta que cumpliese la mayoría de edad, momento en el que sería libre de retomar o no la relación. Tolkien cumplió con su palabra y no volvió a hablar con ella hasta el 3 de enero de 1913, cuando cumplió los 21. Le escribió una carta en la que le declaraba su amor y le pedía su mano. Edith, que estaba prometida, renunció a su matrimonio por Tolkien, con quien se casó poco después. Desde entonces, su relación fue inquebrantable. Superaron juntos momentos difíciles como la I Guerra Mundial o sus diferencias religiosas y tuvieron cuatro hijos: John, Michael, Christopher y Priscilla. La pareja, que comparte enterramiento, tiene inscritos "Beren" y "Lúthien" junto a sus nombres.