El 39% de los varones españoles, según el último estudio realizado por
Naciones Unidas, ha pagado en alguna ocasión por mantener relaciones sexuales. A lo que añaden, que todos los hombres que alguna noche han entrado a un prostíbulo, son cómplices de la existencia de esclavas sexuales.
La trata de seres humanos se lucra de la prostitución, por lo que todos sus demandantes son culpables de esta triste realidad. Su análisis concluye con una reflexión: "la sociedad que no consume estos servicios tampoco se libra de culpa, porque
mirar hacia otro lado también te hace cómplice de cierta manera".
Según varios estudios, se estima que España podría ser el tercer país a nivel mundial en el ranking de demanda de prostitución, solo por detrás de Tailandia y Puerto Rico, aunque dado que la compraventa de prostitución es ilegal en muchos estados, no hay datos fiables al 100%. Además de situarnos en el pódium a nivel mundial, nuestro país es el líder europeo en consumo de prostitución. ¿La legislación de cualquier país debería penalizar a aquellos que pagan para disfrutar a su libre antojo del cuerpo de la mujer? Varios países ya lo hacen.